Glamourissimo.com
Ante la creciente vulgaridad que nos rodea y va apoderándose del mundo, dada la escasez de personas elegantes -especie en extinción- que han decidido refugiarse en sus reductos de intimidad y la dificultad de encontrar referentes que nos acerquen a la excelencia ética y estética, nace esta página para contribuir a hacer el mundo más sublime, ilustrando y orientando a todos aquellos que compartan estas inquietudes. Bienvenidos. Madame Claude.
Datos personales
- Nombre: Glamourissimo.com
- Lugar: París, Nueva York, San Francisco, Barbados
Aristócrata. Elegante. Sofisticada. Encantadora. Misteriosa. Seductora. Idealista. Refinada. Sensual. Inteligente.
4 Comments:
Querida Madame Claude:
¿Cómo puedo hacer para que mi esposa deje de sorber la sopa, de enseñar la comida mientras mastica y de hacer ruido mientras deglute?
Soy un fan de su página. Me encanta.
Un abrazo.
Fabio Vilanova.
Estimada Madame Claude;
Soy una joven ejecutiva con un gran problema de inseguridad en mi misma.Debido a mi status profesional me siento muy observada en cada acto que hago y a pesar de mi formación y valía profesional, creo que mi attitude en general no me hace lucirme todo lo que podría.
Podría usted aconsejarme?
Gracias
Isabel Palencia
Respuesta a Isabel Palencia
Estimada Isabel;
En el inaudito mundo en el que nos movemos es bastante frecuente que muchas mujeres jóvenes de tu valía tengan que afrontar el problema que mencionas.
Para solucionarlo te recomiendo -la tecqnique de Beatrice-¿ En que consiste?
1º Es un ejercicio mental que requiere de una alta dosis de disciplina, pero con esfuerzo da grandes resultados.
2º Esta divido en varias estapas.Empezaremos por la primera:
Debes levantarte por las mañanas y repetirte mentalmente varias veces:
Soy Beatriz ,Princesa de Orleans y no voy a trabajar sino a cumplir con mis deberes.
Repetir 10 veces
Tengo glamour y encanto, me van abrir la puerta al pasar.
Repetir 10 veces
No bajo las escaleras , desciendo de mi trono cual Sisy Emperatriz al salón de Baile imperial.
Repetir 10 veces
No son mis empleados sino mis súbidtos y vasallos y como tales debo tratarles.
Repetir 10 veces
No llevo un sastre de Loewe o Chanel sino una pieza exclusiva de alta costura.
Repetir 10 veces
Empieza con este ejercicio y cuéntame que tal.
Con cariño,
Madame Claude
Respuesta a Fabio Vilanova:
Querido Fabio, no por dedicarte el segundo lugar pienso que seas el último, pero ya sabes que uno de los encantos de la masculinidad es ceder el sitio a las damas.
Y, hablando de damas, ¿nunca te fijaste en ese pequeño problema de tu esposa durante el noviazgo? Ah, el amor, toujours l'amour. La mirada del amante es la auténtica piedra filosofal que convierte en oro todo lo que toca.
Supongo que el pequeño problema de tu esposa debe convertirse en asunto de estado durante las numerosas cenas de negocios a las que asitiréis: su ruido al deglutir, te la convertirá en mujer-sumidero; su forma de mostrar la comida, en una mezcladora de cemento y el ruido al acercarse la cuchara a la boca en una especie de maremoto.
No te preocupes. Hay solución para todo. Pero recuerda que, como siempre, debes tener mucha paciencia.
Un verano en Capri, un antiguo amante mío tenía el defecto de desperezarse traicioneramente y bostezar ostensiblemente a la hora de servir la bebida. Supuse que el problema radicaba en que no había dormido las horas suficientes. Bastó poner unas cuantas pastillas de diacepam disueltas en la bebida de la noche para que este contratiempo desapareciera y poder disfrutar de los daiquiris.
Bien. Puedes hacer dos cosas. En primer lugar, trata de que tu esposa coma abundantemente antes de cada recepción. Así, además de no tener que llevarse apenas comida a la boca no parecerá atacada de gula. Mientras, a la hora del desayuno, puedes comenzar con fáciles ejercicios de comportamiento en la mesa. No creo que te lleve más de diez días y, ya sabes, "amor omnia vincit".
Si casi no os podéis ver durante el desayuno y a lo largo del día, sugiérele que, más que acompañarte a la cena, realice aquellas actividades que siempre quiso hacer y que, por falta de tiempo, no pudo: visitas a hogares de caridad, tés en instituciones humanitarias, etcétera. Puedes contratar la ayuda de una elegante señorita de compañía -por favor, Fabio, no piense mal- y presentarla como su secretaria imprescindible, su mano derecha.
El mundo es más sencillo de lo que creemos. Recuerde que nuestra única obligación es dejarlo más elegante aún.
Espero que mis consejos puedan ayudarlo.
Con cariño.
Madame Claude.
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