Reflexiones desde mi boudoir, confidencias desde mi Victorian Parloir

Estimadas amigas:

Siento un amargo pesimismo al contemplar el desolador panorama que nos rodea.
En mi familia, siempre hemos tenido un cierto aire bucólico melancólico, pero los últimos acontecimientos no han podido sino deprimirme aún más, si cabe.

La Cámara Sindical de la Alta Costura de Paris ha pasado de veinte couturiers registrados a sólo ocho... c'est terrible, c'est la catastrophe, quel horreur!!! La Alta Costura desaparece, Paris languidece, Ungaro y Versace no desfilan ya, ni tampoco Givenchy, Nina Ricci y Pierre Balmain que, desde que Oscar de la Renta dejara de diseñar, su espíritu parece, se ha evaporado...

¡¡¡Enmanuel Ungaro dice que ya no hay clientas que estén dispuestas a esperar dos meses a tener su vestido de alta costura preparado!!! ¿Cómo que no? ¿Y yo qué? Si puedo esperar seis meses por un Kelly de Hermés y un año por un modelo Birkin como no voy a esperar dos meses por mis toilettes de soiré? C'est incroyable!!!!

Todo empezó cuando Givenchy se jubiló, luego el abandono de Saint-Laurent, el letargo de Ferré... ¿QUIÉN VA A VESTIRME AHORA? ¿Dónde esperan que me vista? ¿Con el prêt-a- porter de Prada? ¿Como si fuera ejecutiva coreana? Sólo me quedan Valentino y Lacroix, ¿y por cuanto tiempo?

Madame Claude.